miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ayer y Hoy
Tiempos distintos.
Palabras que no coinciden
Como si no tuvieran valor…
Porque a veces pronunciamos cada letra y no hay ninguna que pueda comprenderse.
Destiempo.

Pero que culpa tienen ellas de nuestra desavenencia…
Aún así ellas valen…
Necesitaba descubrir, que se escondía entre el ayer y el hoy…
Entonces ella recordó que hay un único lugar donde el ayer y hoy se encuentran,
Se reconocen y se abrazan,
Ese lugar es mañana.

Tal vez ella necesitaba encontrar respuestas a preguntas mal formuladas,
Quizás por eso se sumergió en un laberinto de pensamientos,
De emociones, que la llevaron a una cierta inquietud,
Al pensar que entre el ayer y el hoy puede existir un abismo llamado olvido.
Posiblemente una isla donde naufragar,
O sencilla margarita que la ayude a elegir su destino.

Pero si no existe un mañana,
Es tal vez porque tampoco existió un ayer,
Ni un hoy y eso significaría, que la nada habitó ese espacio muerto…

La nada, seguramente si en ese momento ella se mirara al espejo,
Solo encontraría un par de brazos caídos,
A ambos lados de su cuerpo,
Sin nada que abrazar y un fuego extinguido.

Ella decidió creer que en el sueño de ayer y la realidad del mañana,
Existe la esperanza del hoy.
Ella se queda con ese momento,
Aunque no tenga ninguna explicación para él…

La ilusión del hoy,
A eso se le debe de llamar realidad.
Inevitablemente la realidad de mueve,
No se detiene,
Y algunos se quedan inmóviles.

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".
Eduardo Galeano

Por: Frida Emma

martes, 8 de diciembre de 2009

Bendito Fin de Año.

Las fiestas. ¿Qué fiestas?... Ese voraz cuento que el hombre inventó para olvidarse del mundo… Esa falsa mirada optimista de un año que se escapa…
Esa hipócrita cena familiar detrás de la que se esconde un no sé qué. Bueno sí sé qué. Se esconden esas ganas de gritarle a tus viejos cuánto los querés pero sos un cagón que no se anima. Se esconde esa nostalgia de la magia de las navidades pasadas.
Se esconde un vaso medio vacío y otro medio lleno.
Se esconde tu abuela de una lágrima que se le fugó.
Tu hermano huyendo de los abrazos…
Tu viejo no aceptando que ya no sos el mismo. Tu vieja cansada… porque para ella, todos los días son lunes.
Cuando no hay tema de conversación, el ruido de los cubiertos habla por sí solo. O, en última instancia, en cada rincón de la mesa hay un grupo en lo suyo…
Y comen, comen, comen… como si el mundo se acabara al otro día.
Y salta tu tío, el colgado, queriendo hacer un chiste… algunos se ríen, pero otros están muy concentrados… comiendo.
De pronto esa noche, todos se olvidan de los rencores… hasta el otro día en que las cosas vuelven a la normalidad.
“Año nuevo, vida nueva”… y vos lo único que estrenás es una bombacha rosa, como para no perder la costumbre.
En definitiva, de eso se trata: de costumbres.
La radio hace la bulla que genera el clima. Los temas más viejos resuenan de ese trasto eléctrico.
Se acerca “la hora”… Y da la sensación de que todo se acaba y todo comienza de nuevo. Tu cuenta regresiva jamás coincide con la de la tele, ni con la de los vecinos.
A mí, me dan ganas de llorar. Algo en el estómago se me hace un nudo…
Y me quiero ir, y me quiero quedar.
El encargado de llenar las copas para el brindis siempre grita “a ver quién se casaaaa”.
Y el maldito corcho siempre te pega en el hombro. O si no a tu prima… que ya no sabe cómo hacer para hacerte entender que está estrenando un par de zapatos.
Pero son las fiestas… así que sonreí.
Sonreí porque tenés con quien pasarlas… sonreí porque vos podés cenar… sonreí porque tus amigos te escribieron un mensaje… y eso significa que te recuerdan.
Sonreí porque a pesar de todo, la familia se reúne una vez al año.
Sonreí porque tenés ojos para ver las luces en el cielo y oídos para quejarte de los ruidos.
Sonreí porque en lo de tus abuelos, seguro pasó el gordo cachetón y algo te dejó.
Sonreí porque los chicos no saben de problemas… y para ellos las mentiras no existen.
Sonreí porque tenés un abuelo que se quiere ir a dormir temprano.
Sonreí porque estás vivo… y eso ya es motivo para festejar.

Luna.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Casa Ronald McDonald de Córdoba

En la casa Ronald McDonald de Córdoba se busca que las familias de los pacientes vivan en un espacio físico, pero además que exista una contención social y emocional que se encuentre reflejada en la solidaridad y amistad de sus habitantes.

Era una mañana soleada, húmeda y nuestro objetivo era conocer a la casa Ronald McDonald que se encuentra en esta ciudad.
Nos acercamos a la Fundación McDonald ubicada en Bajada Pucará 1787, con el fin de visitar sus instalaciones.
La gerente de la Casa Ronald McDonald, Beatriz Schnurmajer nos invita a entrar a una sala para contarnos la historia de esta Fundación.
Nosotras escuchamos atentamente cada palabra que pronuncia Beatriz, ya que toda la información que nos dice es interesante.
Ella nos cuenta y nos muestra que el hogar esta conformado por 17 habitaciones con baños privados para los pacientes con discapacidades, cocina, comedor, sala de juegos en donde los niños pueden divertirse, un lavadero que tiene horarios en los que se debe usar, una parrilla, una biblioteca con libros donados por personas y empresas, en esta los niños pueden entretenerse.
También tiene una sala de estar que tiene sillones y una televisión que debe ser compartida por todas las personas, depósitos que contienen juegos y elementos de cocina, 2 habitaciones equipadas para los pacientes con pocas defensas y una heladera que sirve para mantener en buen estado los medicamentos.
La vivienda es de color natural, sus muebles son de colores blanco, gris, rojo, marrón, presenta un patio con un bello jardín lleno de flores y árboles, ventanas blancas y puertas marrones.
Cada elemento que se encuentra en esta casa le da alegría, calidez, confianza a las personas que lo habitan.
Las familias que habitan este hogar son derivadas del Servicio de Asistencia del Hospital de la Santísima Trinidad, ya que sus hijos deben recibir un tratamiento prolongado.
La casa funciona con la ayuda de 45 voluntarios, gerente, maestras y los empleados de seguridad y limpieza, estos dos últimos son aportados por el Gobierno Provincial. Todas estas personas cooperan para que la casa se encuentre ordenada.
También es muy importante la colaboración de las familias para que exista un buen funcionamiento en la Fundación.
Esta casa funciona bajo reglas que deben ser respetadas por todos los habitantes para que exista una buena convivencia y compañerismo.
Hay que destacar que la meta de esta Residencia, que tiene como lema ”un Hogar lejos de un Hogar” , es que los pacientes y sus familias se sientan cómodos y seguros , ya que la mayoría de ellos son del interior de esta provincia.
La Fundación busca que exista solidaridad, contención social y emocional para cada familia que presenta una historia de vida particular.
Antes de finalizar la visita, Beatriz nos comenta que el Proyecto de esta casa se llevo a cabo gracias a eventos y aportes que realizaron varias empresas y personas que hicieron que este sueño se hiciera realidad.
Beatriz nos dice que es primordial que cualquier persona colabore ya sea como voluntario o aportando lo que pueda y sea necesario para esta casa.
Nosotras nos despedimos y agradecemos la colaboración de Beatriz y su Personal por recibirnos afectuosamente en este hogar.
Se espera que este hogar siga albergando a otras familias que tengan hijos con cáncer u otras enfermedades con tratamientos prolongados que necesiten un lugar físico en donde poder vivir esta triste situación.

marieliza

lunes, 16 de noviembre de 2009

Olvido perdurable

A veces pienso que soy feliz
porque no me acuerdo de tí.

A veces me siento volar
porque no me recuerdo esa verdad.

A veces mi sonrisa suele ser normal,
pero muy en el fondo quisiera llorar.

Cuando estoy con la gente me siento normal,
pero me elevo y comienzo a pensar.

¿Por qué no te he podido olvidar?
¿Por qué de mi mente no te puedo arrancar?
¿Por qué cuando sueño siempre mi mente vas a ocupar?

Perdón si en mi vida pareciera olvidarte,
pero ni de mis sueños puedo sacarte.

Yo sé que en tus planes no estuvo marcharte
y de mi vida completamente alejarte.

Sé que estás en dónde debes estar,
aunque de mi te debas alejar.

En el futuro no estarás a mi lado,
más siempre vivirás en mis recuerdos pasados.

Mel

domingo, 15 de noviembre de 2009

La Noche

La noche me entrega su música, solo para que me ponga a pensar.

Pienso. Pero quiero existir.

Quiero saber a dónde me lleva el mundo.

Quiero saber qué es el mundo y para que estoy aquí.

Dicen que a la respuesta la tiene la vida.

Yo no lo creo. Para mí a la respuesta la tiene el vivir.

¿Quién soy yo? ¿Quién sos vos? ¿Quién es el otro? ¿Y el otro?

Cuando quiero acordar, el silencio me atormenta, y no me sale otra cosa que gritar.

Tengo un par de ojos opacos, transparentes, dispersos. Quisiera mirar a través de ellos, todos los contornos. Esa perfección.

Tengo dos manos dormidas. Ásperas, frías. Quiero tocar con ellas, la lluvia de un noviembre calcinado.

Quiero que el viento me envuelva. Sola, perdida, sin rumbo.

Quiero ahogar el pasado y ensordecerme de hoy.

Quiero que viva el poeta que no habla de amores, pero habla de amor.

Quiero que el tiempo no exista, porque quiero existir yo. Y quiero morir, pero sin tiempos, ni horas, ni nada.

La noche sigue su andar y se cuela en mi habitación vacía.

Quiero encontrar un destino, antes de que el destino me sorprenda a mis espaldas.



Por: Luna

martes, 10 de noviembre de 2009

Yo

Siempre pensé de chica que algo no estaba bien en mí. Siempre la palabra especial aparecía. Nunca supe muy bien por qué, pero era algo que me resultaba evidente
El laborioso proceso introspectivo lo está sacando todo a la luz, y cuenta. Cuesta horas, días, semanas, meses, y seguramente toda mi vida. Me tranquilizo, tengo tiempo, apenas pasaron algunos años…
Todas las tardes, recorro el camino que lleva hasta la parada. Comparto el breve trayecto con otras personas que salen también del laburo en el mismo momento, de hacer trámites, de pasear y vaya saber de que cosa.
Y a veces los imagino enfrascados en sus pensamientos: ¿Qué hago de cocinar esta noche? ¿Pedro ya no me quiere más? ¿Estará bien lo que hice? ¡Quiero que llegue el fin de semana!
Los rostros se iluminan con ráfagas de ilusión o de preocupación, de incertidumbre o alegría. Consecuencia de fugaces accesos a una memoria falible o a un futuro extrapolado del momento presente, sólo el presente.
Un chico con corbata roja se sienta delante de mí, me llama la atención, se pone unos auriculares y una música estridente desborda de sus oídos para molestar a los asientos próximos. Le doy al play en mi celular (al que pude disfrutar sólo una semana) y continúo escuchando la radio y sobre cómo el condicionamiento social confecciona nuestra experiencia de la realidad. Que es lo que esta bien y que es lo que esta mal. Porque una mujer no puede comportarse de una manera y un hombre si. Me indigno. Pero después pienso y reconsidero sólo algunas cuestiones
Definitivamente, soy especial. Y me gusta.

Por Frida Emma

viernes, 6 de noviembre de 2009

“La Fiesta del Poncho”

Era un día soleado a pesar que era invierno.
Sofía y Tamara son dos adolescentes de 17 años. Ellas van caminando por la avenida México, observan el paisaje adornado por unas inmensas montañas y pequeños árboles.
Esa avenida tiene como destino al Predio Ferial. Allí se realizara en estas vacaciones de invierno en la Provincia de Catamarca la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.
En esta fiesta se muestran artesanías que representan a esa y a otras provincias y también a otros países.
Sofía y Tamara ingresan al Predio Ferial, ellas ven que hay una gran multitud de personas que concurren al evento.
Ambas comienzan a recorrer los stands de las diferentes artesanías e ingresan a uno de ellos.
Tamara le dice a Sofía:- Mira que lindo esta ese poncho para mi mamá.
Sofía le contesta: -A mi también me encanta, yo le compraría a mi abuela esas velas artesanales que tienen un aroma agradable.
Las jóvenes siguen recorriendo los stands, en las carpas de confituras, ellas disgustan nueces confitadas y gaznates.
Ellas observan en las demás carpas que hay artesanos que pertenecen a otros piases o provincias. Ellos exponen sus artesanías con esperanzas de poder vendérselas a la gente.
A Sofía y Tamara les agrada todo lo que ven y los sonidos que oyen de un músico que se encuentra en un puesto.
Las adolescentes deciden comprar algunas artesanías a sus familias.
Luego de varias horas, ellas se retiran del Predio.
Sofía y Tamara están convencidas de volver a la fiesta junto a sus familiares.
Ellas se sienten contentas y orgullosas de que Catamarca tenga una fiesta que represente su cultura.
Esta provincia se viste de gala cada vacaciones de invierno para recibir a turistas de otras provincias o países.
La fiesta Nacional e Internacional del Poncho espera brillar como una estrella para seguir mostrando sus artesanías y comidas típicas a personas que todavía no conocen esta cultura.



Marieliza