sábado, 31 de octubre de 2009

Casa Ronald Mc Donald Córdoba

``LA SOLIDARIDAD: LA BASE PRIMORDIAL DE UN CIUDADANO ´´

La casa Ronald Mc Donald necesita de la solidaridad de toda la sociedad, para que de esta forma se puede continuar con el proyecto de crear `` un hogar lejos del hogar ´´.

El mundo solo puede construirse entre iguales, mediante una acción cuyo principio es la solidaridad.
La edificación del mundo común es la tarea de ciudadanía solidaria.
Por lo tanto la casa Ronald Mc Donald necesita de tu colaboración y la de todos.
¿Cómo construir ese mundo común acogedor e inclusivo?. Actuando, participando y comprometiéndose. Afianzando la propia identidad y la de los conciudadanos, superando el individualismo para abrirse a la ciudadanía solidaria.
¿Pero que es ser solidario? ¿Es proporcionar lo que me sobra?, Sin dudas es un concepto que está desvalorizado por nuestros días. Ser solidarios es compartir lo que tengo y no lo que me sobra.
Por lo tanto esta es tu oportunidad, ya que podes colaborar con el hogar donando alimentos, libros, apadrinando un cuarto o simplemente cediendo tu tiempo, siendo un voluntario.
La tarea de un voluntario es muy importante, ya que está llamado a ser una fuerza de transformación cultural, para ello debe avanzar en la implicación de toda una persona.
En consecuencia tu aporte para con la fundación es de suma importancia, debido a que es el deber de un ciudadano colaborar con los que más lo necesitan y de esta forma estarías contribuyendo a cimentar una sociedad cada vez mejor.
Porque ser ciudadano significa tener conciencia de que se actúa en y para un mundo compartido entre todos y que nuestras identidades individuales se relacionan y se crean mutuamente.
Nuestra misión como ciudadanos es involucrarnos en proyectos que favorezcan a toda la comunidad, y la casa Ronald no es la excepción.
El hogar alberga a familias que están atravesando una difícil situación con sus hijos. Los niños deben recibir un tratamiento prolongado en el hospital de niños de Córdoba, y es por ello que precisan de un lugar que los contenga al permanecer por un extenso período fuera de sus respectivos domicilios.
Por consiguiente es la casa Ronald Mc Donald la que tiene un sitio especialmente destinado para aquellas familias que son derivadas del hospital de niños de Córdoba por las asistentes sociales que presenta el centro asistencial provincial.
Debido a que las familias se encuentran desorientadas al llegar a la gran ciudad y además de acarrear con el problema de salud que presentan sus hijos, fue necesario fundar la casa Ronald Mc Donald y desde ese momento teníamos que contribuir todos a que cada día crezca un poco más.
Por una parte el Estado tiene que destinar fondos a la casa para que pueda continuar prestando un servicio a la comunidad, por ejemplo financiando la planta reconversora de gas que requiere el hogar, ya que por estos días trabaja con gas industrial.
Aunque también solicita del aporte de cada uno de los ciudadanos que habita la ciudad de Córdoba o todo aquel que quiera sumarse a este significativo proyecto.
Consecuentemente el mundo se enriquece con la diversidad, se sostiene y se renueva con la participación, con la llegada de los nuevos, con la asunción de compromisos mutuos, pactos y promesas.
La cuestión es trabajar todos unidos para seguir cumpliendo sueños de crear `` un hogar lejos del hogar´´, lema de la casa Ronald Mc Donald.
Entonces no estamos reflexionando sobre un problema de otros, sino sobre nuestro problema y por lo tanto somos también parte de la solución.
¿Te pusiste a pensar que pasaría si a vos te ocurriese lo que a estas familias les sucede? ¿Te agradaría que todos miren para un costado y nadie te ayude?
El tema es simple, todo depende de vos y de tu compromiso con la sociedad.
Por eso propongo un marco general desde el punto de vista de una ciudadanía solidaria que trascienda el individualismo compasivo vigente.
De esta manera con la colaboración de todos la casa Ronald Mc Donald va a poder continuar trabajando día a día por aquellos que más lo necesitan.

Zurdita

miércoles, 28 de octubre de 2009

El silencio total la acompañó invadiendo todos sus sentidos.


Recordó cada uno de los instantes que sucedieron en la escena.
Esa mirada rara pero conocida.
Esos ojos que dicen hasta lo justo.
Ellos se miraron y sin decir ninguna frase conocida, se despidieron.
Ella quería irse y al mismo tiempo quedarse. El miedo y la incertidumbre. El no entender el porqué de muchas cosas.

El silencio total la acompañó invadiendo todos sus sentidos. Ella no entendía esa ausencia de sonidos. Y aún así, si ubiese querido cuestionárselo no podía. Porque ese vacío derrepente la aturdió paralizando cualquier cuestionamiento.
No lograba oír a lo lejos los autos pasar, ni el movimiento lento y pausado de los comerciantes madrugadores. Menos aún si quiera el canillita que con un gesto amable, le ofreció la publicación de ese día con entusiasmo.
Apenas y de a poco comenzó a reconocer un sonido seco y persistente, como las agujas de un reloj. Eran sus propios pasos en las veredas despejadas de esa mañana.
Sorpresivamente se apoderó de ella una sensación indescriptinble de libertad absoluta.
Nada, ni nadie podía detenerla, salvo ella misma.

Y entonces, por un momento, freno su paso acelerado y quiso volver el tiepo atrás, apenas unos minutos.
Porque ahora si entendía ese silencio...o al menos comprendió porque la abrumaba.
Silencio que no fue silencio. Porque aunque las palabras a veces no sonaron en el aire, sí sonaron por dentro.


Por Frida Emma.